Ayer no perdone a un completo extraño.
Me disponía a cruzar la calle, y ¿vieron cuando quedan unos segunditos que alcanzan y sobran para cruzar? bueno, me disponía a pasar de vereda a vereda y un tipo en una moto empezó a avanzar hasta pisar la senda peatonal. Con lo cual, retrocedí y me quedé paradita. Entonces me mira y empieza a retroceder y me dice:
- ¿Querías cruzar?
A lo que yo con un ademán de "too late" acompañado de encogida de hombros, le di a entender justamente eso, que ya está, que ya ahora no tenía tiempo.
Y el pibe me tira:
- ¿Me perdonás?
Yo: No.
- ¿Dale, me perdonás?
Yo: No
Y el chabón se fue.
Lo que me doy cuenta con esta conversación es que al final, me hubiera dado tiempo a cruzar y volver a cruzar, mínimo dos veces. ¿Y sabés que? No, no te perdono :P
Entender entendi, claro esta. Pero no es lo divertido lo que yo entendi ni el foco de este blog.
ResponderEliminarSaludos :P